En los Frailones y Cumbemayo

La leyenda cuenta que eran sacerdotes que vencidos por el cansancio, se quedaron a dormir en el lugar y los dioses los petrificaron.

Cumbemayo

Un viaje a Cajamarca nos obliga a recorrer su interesante Centro Histórico con sus iglesias y casonas, la Granja Porcón y la ex hacienda La Colpa. También los enigmáticos Frailones y el impresionante acueducto de Cumbemayo, ambos ubicados a veinte kilómetros al norte de la ciudad. Son dos atractivos turísticos de jerarquía, uno natural y el otro cultural, un bosque de piedras y un acueducto prehispánico.
Después de desayunar un buen caldo verde, sanguches de jamón y un fresco jugo de papaya inicié la travesía hacia Los Frailones, espectacular estructura pétrea calificada como un “bosque de piedras” que poseen extrañas formas parecidas a las humanas y se asemejan a inmensos frailes quienes, según la tradición, quedaron petrificados cuando transitaban por la serranía cajamarquina. Se dice que fueron sacerdotes que viajaban a la costa y que, vencidos por el cansancio, se quedaron a dormir en el lugar y los dioses los petrificaron; otros aseguran que los viajeros eran frailes piadosos que se transformaron en piedra al pasar por esta zona encantada. Efectivamente, este conjunto de rocas de origen volcánico, talladas por la erosión del viento y las lluvias que están en la puna parecen ser frailes encapuchados que alcanzan hasta veinte metros de altura. También se pueden divisar otras formas como caras humanas y animales que se han perpetuado en el tiempo en forma de piedras. LEER COMPLETO EN:    

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